¿Te ha pasado que vas manejando tranquilamente por la ciudad o la carretera y, de repente, ¡BAM! Te encuentras atrapado en un embotellamiento monstruoso sin razón aparente? No hay accidentes, ni obras, ni siquiera un perrito cruzando la calle… entonces, ¿qué demonios pasó?
Pues déjame presentarte al culpable: el efecto acordeón, también conocido como efecto ola, un fenómeno misterioso que puede convertir tu viaje tranquilo en una pesadilla de claxonazos y frustración.