Has tenido esta sensación de que ¿algo me falta? Pues probablemente esto viene desde tu infancia. No es que estemos mal, a la mayoría nos ha sucedido porque estamos viviendo siempre en el “futuro”, siempre en “lo que sigue”.
Imagínese que usted acaba de comer o desayunar y luego su esposa, mama o pareja le pregunta ¿Qué se te antojaría de comer más tarde? Obviamente después de comer no se nos antoja nada! por eso esto es como siempre estar pendiente de “Lo Que Sigue”, “Lo Que Nos Falta”, “Que Voy a Hacer después” y esto ocasiona que estemos mucho más tiempo en el futuro que disfrutando el presente.
Antes de ver los Orígenes de este sentimiento, hagamos un poquito de historia de nuestras vidas:
- Aun no terminamos la primaria y ya estamos buscando donde estudiar secundaria
- Aun no terminamos la y ya estamos buscando en qué prepa
- Aun no Terminamos la prepa y desde cuarto o quinto semestre estamos viendo que es lo que voy a estudiar y dónde lo voy a estudiar
- Ya en la Universidad lo que nos urge es la graduación -ya terminar la escuela- porque ya estamos hasta el copete
- Terminando la Universidad ya con un título, a buscar trabajo; en muchos casos usted tuvo la suerte de tener trabajo cuando era estudiante, pero como ya tiene título entonces por supuesto lo que sigue es otro trabajo!
- Quiero comprar una casa y sacamos un crédito, lo que queremos es ¡terminar de pagarlo!
- Años después de pagar el crédito de la casa ni siquiera festejamos el liquidar el crédito y ¿ahora qué sigue?.. ah, pues a la casa le falta un techito para el pórtico.
- Terminamos el Pórtico…..ahora faltan los muebles, para disfrutarlo a gusto…
- Ahora faltan las plantas para el pórtico…
Esto es como decepcionarme rápidamente se lo que ya alcance pero que todavía tenemos. Es como tener la esperanza de que allá afuera hay algo más que me permitirá sentirme bien de una vez por todas. Esto es un hambre insaciable, como un hambre que nunca se quita.
Imaginemos esto:
Siempre ha soñado con ir a conocer Grecia, ver la Acrópolis y tiene ideas felices sobre su viaje, sobre lo que hará y vera, pero estando en el lugar, se empieza a decir “Esto no es lo que imagine, todo se ve en construcción, no vine a ver andamios, ni siquiera puedo acercarme más, yo tenía otra idea…etcétera.” Le cuesta mucho trabajo disfrutarlo y sigue creando expectativas, como “Y ahora que estoy aquí, ¿qué hago?” “¿Cual será ahora mi otro destino soñado?”
Lo Negativo es que dejamos de disfrutar el momento presente, ahí es cuando ya empezamos a tener un problema, cuando esto que yo tengo y durante mucho tiempo lo perseguía no me satisface del todo.
Los Origenes de este sentimiento
Primeramente, este sentimiento tiene poco que ver con lo que logramos o lo que no llegamos a lograr. También es importante decir, que no va a haber algo que usted logre que no haya conseguido y que haga que usted diga “Ya” estoy pleno, no quiero nada más. Esto es debido al “Yo Adaptativo”.
Este sentimiento no se ha desatado de manera súbita, en mayor o menor grado siempre ha estado ahí. Cuánto tiempo usted se mantuvo como “por fin lo logré” cuánto tiempo le duró “lo logré” cuando compró su casa, cuando terminó de pagarla, cuando terminó de pagar su auto? Mal termina algo y todavía le falta algo por satisfacerlo. Entonces empezamos a buscar en nuestra mente tratando de encontrar un momento en el cual nos hayamos sentido completamente felices o completos y no encontramos respuesta.
Ni siquiera nos damos la posibilidad de disfrutar de ese logro, de cualquiera que hayamos alcanzado. Se nos olvidan los esfuerzos previos y los proyectos anteriores y una vez completado no nos damos la oportunidad para festejar y disfrutarlo.
Herida Narcisista
Existe un concepto llamado “Herida Narcisista” quien es la culpable de que nunca estemos suficientemente satisfechos. En todo ser humano, cuando somos bebes y hasta eso de los 4 años existe una necesidad sana, de ser adorado por sus papas. Por eso cuando hablamos por teléfono, el niño trata de llamar la atención de la forma que vea posible. El niño lo que quiere es que lo vea, que le ponga atención y es el más adorado. Por eso a veces el niño toma diferentes personajes, es el conejito, es el patito, el ratoncito y nos cuenta diferentes historias. Este amor, esta etapa del narcisismo es totalmente normal en todos los humanos, porque sabemos que existimos porque nuestros padres nos lo demuestran con sus acciones…”Mira qué bonito…” “Mira que guapo…” “Que bien que comiste todo…”
¿Pero qué pasa cuando nos topamos con padres que esperan que sus hijos cumplan sus necesidades en lugar de nosotros satisfacer las necesidades de los hijos?
Ahí se suscita una herida narcisista, y el niño entonces va a existir si y solo si hace lo que papa o mama están esperando que haga. Entonces nunca se va a mostrar y este amor siempre será condicionado.
Se supone que los padres deberían ser algo seguro, se supone que mis padres me van a amar por lo que soy y no por lo que hago. Esto debiera ser realmente lo que sucediera. Pero la realidad no es esta… “No te comiste la sopa…pues ya no te quiero..” “Si no haces eso, querré mas a fulanito..” Lo que le estamos diciendo al niño es que deje de ser como es y que sea de otra manera para que yo lo ame.
Cuando se tiene que seducir emocionalmente a nuestros padres para que nos den amor, entonces es una tarea para satisfacer sus condiciones, poco claras para un niño que no tiene capacidad de abstracción. Cuando es un amor muy condicionado el niño tendrá pistas de cómo lo vamos a querer si cumple ciertas condiciones, es decir, si hace lo que yo padre le pido. Pero cuando somos poco claros en las condiciones para darle amor, por ejemplo, hoy permitimos que durmiera a las 8 y mañana a las 10, entonces al niño no le queda claro cuándo o como debe cumplir esas condiciones para recibir amor. Esto es la “Herida Narcisista”
Por ejemplo, el hijo llega con las calificaciones con papa o mama, y reprobó una materia pero en las demás saco diez, pero los papas en lugar de felicitarlo por los dieces y poner poca atención en la que reprobó, lo hacemos al contrario, nos enfocamos en la materia reprobada…y eso genera esa sensación de “Nunca es suficiente”.. No importan los demás logros…entonces allí se generó una “Herida Narcisista” Esto es el origen de esta sensación, que desde pequeños nunca supimos cómo resolverlo, porque el amor hacia nosotros era totalmente condicionado.
Ya sabes de donde viene tu sensación, pues no le eches la culpa a tus padres y ya que lo sabes, ahora te toca resolverlo a ti. No se vale tener de rehén a los padres por lo que hicieron o dejaron de hacer con nosotros.