Todos hemos escuchado alguna vez eso de que el rosa es el color de las niñas y el azul el de los niños. Hemos creído que siempre ha sido así y hasta tal punto llega la cosa que cuando vemos a un hombre con una camisa rosa (últimamente se han puesto de moda) nos parece raro.
Los tonos pastel de ropa para bebe se empezó a usar en mediados del siglo 19, pero según un estudio de la universidad de Maryland por el historiador Jo B. Paoletti, los colores no tenían genero especifico en sus inicios.
Entonces ¿En qué momento se decidió relacionar al color rosa con las niñas y al azul con los niños? Según la revista Smithsonian, esta costumbre tiene una larga historia de cambios y contradicciones. En 1918, la publicación estadounidense Earnshaw’s Infants’ Department informó que “el rosa, por ser un color más fuerte y decidido, es más apropiado para los niños, mientras que el azul, que es más delicado y fino, resulta más bonito para las niñas”.
Esta opinión pre-valeció hasta los años 40, cuando los comerciantes al menudeo percibieron un cambio en las preferencias de los padres de familia y el azul marino se convirtió en el color más varonil. Posteriormente, cuando surgió el movimiento de liberación femenina, muchas madres rechazaron los tonos rosados “femeninos” para sus hijas. Actualmente el péndulo ha vuelto a oscilar, y las mujeres de la generación X están optando por vestir a sus hijas con el color rosa que a ellas les negaron de niñas. Pero esta vez es algo más que una identificación por colores. A lo que antes era una sencilla blusa rosada, ahora se le agregan adornos de princesa atiborrados de lentejuela.
Según los investigadores, ni los niños ni las niñas comprenden lo que es el género hasta los siete años de edad, así que podemos suponer que el empleo de tonos de algodón de azúcar es tan sólo un gusto de las mamás. Entre tanto, las empresas de juguetes, ropa y publicidad hacen su agosto siguiéndoles la corriente.