La señora Olmos se disponía servir la merienda cuando el sonido del timbre la interrumpió. Al abrir la puerta se encontró con dos desconocidos, que se veían visiblemente pálidos y preocupados. Cuando la señora les pregunto lo que deseaban, los hombres le dijeron que debía comunicarle algo muy importante sobre su madre. Intrigada, los dejo pasar y ofreciéndoles asiento se …
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