Paradójicamente, uno de los experimentos más crueles de la historia de la ciencia investigaba la naturaleza del amor. A finales de la década de los 50, el psicólogo Harry Harlow ideó una fórmula para arrojar luz a estas cuestiones. Sus conclusiones sobre el amor cambiaron el pensamiento sobre la forma de criar a un niño para siempre. Y paradójicamente, lo …
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