Cuando morimos, una parte de nuestra conciencia sigue activa después de que nuestro cerebro se “apagó”
Una luz blanca, sensación de paz o incluso ver tu cuerpo tendido sobre una camilla, son algunas de las experiencias que describen las personas que han estado en “contacto con la muerte”.
Nuevos estudios señalan que estos hechos, que se han tratado con escepticismo, podrían ser reales.
Según un estudio realizado por la Universidad de Southampton y publicado por la revista Resuscitation, señala que cuando morimos, una parte de nuestra conciencia sigue activa después de que nuestro cerebro se “apagó”.
Según el estudio médico más grande jamás realizado sobre experiencias cercanas a la muerte, se ha descubierto que un cierto tipo de conciencia continúa luego de que el cerebro se apaga completamente.
Para llegar a esta conclusión se estudiaron a 2 mil personas que sufrieron paros cardiacos en 15 hospitales de Estados Unidos, Reino Unido y Austria.
Encontraron que casi el 40% de las personas que sobrevivieron describieron algún tipo de conciencia durante el tiempo en que estuvieron clínicamente muertos, antes de que sus corazones fueran revividos.
Los científicos citaron el caso de un hombre que se vio así mismo dejando su cuerpo y observando en una esquina de la habitación cómo los doctores lo regresaban a la vida.
A pesar de estar “muerto” por tres minutos, el hombre de 57 años recordó las acciones que siguieron los doctores y enfermeras y describió el sonido de las máquinas.
Agregó que el hombre logró describir todo lo que sucedido en la sala, acciones que habían sucedido en realidad.
Según la investigación, algunos de los sobrevivientes recordaron haber visto una luz, el destello del Sol, o incluso miedo y sentir que se ahogaban o eran arrastrados por aguas profundas.
De los dos mil 60 casos de ataques, 330 sobrevivieron y 140 afirman haber experimentado algo antes de ser resucitados, según el estudio.
Uno de cada cinco sintió una inusual sensación de paz mientras que casi un tercio afirmó que el tiempo comenzó a pasar más lentamente.
Algunos afirman haber visto una luz brillante, un resplandor dorado o el sol brillar. Otros sintieron miedo o sintieron que se ahogaban o que eran arrastrados hacia aguas profundas. El 13% sintió que se separó de su cuerpo.
El estudio fue publicado en la revista médica Resuscitation.