Imaginemos por un segundo que podemos viajar en el tiempo: que existe el tiempo más allá de estos pocos segundos; que todo se queda almacenado de alguna forma; que hay un pasado y un presente; y aunque parezca muy relativo: que existe un futuro. Imaginemos entonces que de alguna manera podemos saltar de uno a otro. ¿Son temas de ciencia ficción?: no lo son para el profesor Mallet de la Universidad de Connecticut, quien supone que puede construir una máquina del tiempo(ver Cienciorama: ?La máquina del Tiempo?). Actualmente trabaja en este proyecto que quiere hacer realidad. Pero esta máquina del tiempo no es la que hemos visto en películas o leído en libros, es un acelerador de partículas que pretende torcer el espacio con gran energía y detener una partícula de tal forma que, según lo estudiado, se pueda decir que viajó al pasado.
¿Pero cuál puede ser el objetivo de tener una máquina que envíe partículas muy pequeñas al pasado?: Tal vez una pequeña partícula podría resolver una de las grandes preguntas que se hace el hombre: ¿existe tal cosa como el tiempo?, y si es así: ¿funciona de la misma forma como lo hemos medido hasta ahora? Este proyecto, además busca resolver si es posible que exista una máquina del tiempo; esto es, la paradoja del tiempo.
Imaginemos que prendemos la máquina del tiempo y que recibimos una partícula del futuro proveniente de un experimento que nosotros vamos a realizar; lleva grabada la fecha exacta en que se envió, digamos mañana a las tres de la tarde. Eso significa que mañana a las tres estaremos enviando esa misma partícula al pasado. Pero ¿qué pasa si no me da la gana?, si en lugar de eso nos vamos todos a comer a las 3 pm para celebrar que nos llegó la partícula; ¿qué pasa si nadie está enfrente de la máquina del tiempo para mandar la partícula que ya recibimos?: ¿la partícula se desintegra y nunca existió? Pero sí existió, fue la razón de nuestra celebración y de la comida que nos sacó del lugar donde está la máquina del tiempo. O quizá ya tengo marcado mi futuro y mi destino es poner la partícula y enviarla al pasado. Quizá haga lo que haga, no tengo opción; y carezco de decisión alguna sobre nada, y no existe tal cosa como la libertad; sólo es una ilusión. La paradoja del tiempo consiste precisamente en si tengo o no la posibilidad de cambiar algo que sé que va a pasar y que yo haré. Resolver este problema y enfrentarnos a la verdad de la paradoja, sería de las soluciones más buscadas. Aquí no sólo la ciencia y la ciencia ficción coinciden, sino la perspectiva del ser humano y su filosofía.
La paradoja del tiempo se puede ilustrar de manera más clara con la llamada la máxima paradoja del tiempo o la paradoja del abuelo. Imaginemos que podemos viajar en el tiempo y que viajamos al pasado a conocer a nuestro abuelo en 1920 antes de tener a nuestro padre. Lo conocemos y nuestra intención es matarlo. Imaginemos que llegamos a un punto en 1920 donde apuntamos una pistola cargada en su cabeza y le disparamos. Si lo matamos, entonces nuestro padre nunca nació, ni nacerá. Y si nuestro padre no nace, nosotros tampoco.
Entonces, ¿quién mató al abuelo? En este punto las ideas sobre las consecuencias de algo así divergen:
- A)Por ello no existe una máquina del tiempo y el profesor Ronald Mallet nunca será exitoso en su experimento. Esto es altamente probable, pero si imaginamos que sí se puede y la teoría cuántica, en la que se basa el experimento, y las ideas de Einstein son ciertas, entonces tendremos que buscar más opciones.
- B)Quizá la bala desaparece y se desintegra y no hay fuerza en el mundo que pueda matar al abuelo. Sólo le puede pasar lo que le pasó y no hay más. Esa persona estaba destinada a ser el abuelo que no puede conocer a su nieto asesino y su falta de libertad ante el destino hace que la bala nunca lo toque. Pero el abuelo del presente quizás no sea muy distinto al del pasado pues también tiene un destino predeterminado. Si esto es cierto, nosotros nos dirigimos, de igual manera, a un futuro ya escrito. No tenemos tal cosa como libertad y tendremos que creer en balas que se desintegran. Aquí no existe la paradoja si no logramos matar al abuelo y que nada de lo que hagamos contradiga lo que pasó; al contrario, animamos al abuelo para que se case con la abuela y tengan a mi padre que a su vez me tendrá a mí. Quizá un viajero en el tiempo le susurró a Leonardo Da Vinci todo lo que tenía que saber y es por ello que desarrolló inventos tan avanzados para su época, pero entonces ¿dónde está el comienzo? ¿es que algo puede parar este ciclo que parece infinito?
- C)Quizá no hay pasado, no hay futuro y somos presente, somos un segundo. Einstein estaba mal y el tiempo no es relativo. Sólo existe el tiempo único y es definitivo. Quizá Einstein cuando dijo que el tiempo era relativo porque no era lo mismo pasar tiempo con una bella mujer, donde el tiempo vuela, a pasarla en una clase aburrida, donde el tiempo parece detenerse, simplemente quiso decir algo romántico. Pero a lo mejor hay un mensaje más profundo.
- D)Quizá en cuanto muere el abuelo, desaparecemos todos sus nietos y el futuro cambia, quizá la máquina del tiempo que se construye será el fin de la realidad que concebimos y después de ella las personas desaparecerán y aparecerán a razón de quien juegue con el tiempo y conforme se vaya modificando. Puede ser.
- E)Quizá puedo matar al abuelo y sólo aferrándome al sentimiento de que soy libre, que puedo decidir, que puedo cambiar las cosas y que no veo desaparecer y aparecer gente, una nueva realidad se construya y los mundos paralelos empiezan a existir. Eso resuelve la paradoja del tiempo y le da entrada a la libertad de las personas sin que esto haga que las cosas aparezcan y desaparezcan. Sin embargo abre más preguntas que respuestas. Los mundos o las realidades paralelas serían nuevos temas que conmocionarían. El tiempo no sólo sería relativo sino que podría coexistir en otros planos de la realidad. ¿Cómo se conectan?, ¿Cómo nos sujetan? ¿En qué punto empezaron? Bueno, quizá el hombre sólo se crea respuestas que generan más preguntas.
Pero todo esto, por lo menos y en un principio, sería lo que nos resolvería poder viajar en el tiempo. Bueno, aunque sea sólo una pequeña partícula que se acelera para llegar a unos segundos antes en el pasado. Quizá sería interesante que el experimento de la máquina del tiempo funcionara y que la paradoja del tiempo tuviera un nuevo punto desde donde estudiarla.
La máquina que nos ayudaría a viajar en el tiempo es un tema que más que de ciencia, cualquiera los ligaría a conceptos de ciencia ficción. Sin embargo, este paradigma está cambiando. El profesor Ronanld L. Mallet del departamento de Física en la Universidad de Connecticut en los Estados Unidos, ha tenido como interés en su línea de investigación el viajar en el tiempo. Y como si el simple hecho de romper este esquema fuera poco, Mallet ha propuesto construir algo que él llama “la máquina del tiempo”. El principio, si bien tiene sus complicaciones teóricas y prácticas, puede llegar a aplicarse de manera real. De hecho, la ?máquina del tiempo? se ha empezado a construir y, guardando una prudente distancia, se creé que será un experimento exitoso.
El principio detrás de la máquina del tiempo es lograr que un objeto viaje a mayor velocidad que la velocidad de la luz sin que este rompa con ninguna ley de la física. Una cuestión que pareciera imposible ya que la velocidad de la luz en el vacío es el límite de velocidad para cualquier objeto. Si viajamos a una velocidad constante, digamos de 10 km/h y un tren pasa a nuestro lado a 15 km/h, el tren nos pasará a una velocidad relativa de 5 km/h. Nosotros nos movemos, pero el tren también y más rápido. Sin embargo, no pasa así cuando se viaja con velocidades comparables a la velocidad de la luz. Imaginemos que viajamos en el espacio a un la velocidad cercana a la de la luz y un rayo de luz, como el tren, intenta alcanzarnos. La luz nos alcanzaría y nos pasaría. Pero la velocidad a la que veríamos pasar a la luz, sería la misma velocidad de la luz. No existiría una velocidad relativa. ?La velocidad de la luz en el vacío es la misma para cualquier punto de referencia inercial?. Sin embargo, si se viaja a la velocidad cercana a la de la luz y esta no cambia, entonces algo más debe estar cambiando, ese algo podría ser el tiempo. La velocidad de la luz es una constante y es la clave para viajar en el tiempo.
Pero si no podemos alcanzar la velocidad de la luz, pues ni energía, ni masa, ni información puede transmitirse o viajar a esta velocidad ¿Qué caso tiene montarnos en esta carrera? Bueno, este límite de acelerar hasta llegar a la velocidad de la luz es imposible sólo si pensamos de forma lineal, hay que encontrar otras formas de pensar. Hay que rotar el espacio y doblarlo, de esta manera podemos acelerar un objeto a una velocidad cercana a la de la luz. Como consecuencia, para aquellos que estemos en el espacio lineal, desde nuestra referencia parecerá que se mueve a una velocidad mayor a la velocidad de la luz. Y el tiempo se detendría o desaceleraría para este objeto. Y el objeto podría desaparecer de nuestra vista. Viajaría en el tiempo. Viajará al pasado, o mejor dicho, se irá frenando en el tiempo mientras nosotros seguimos normalmente.
Un ejemplo de ello es cuando el espacio se dobla o se tuerce en un remolino como en un agujero negro. Pero los agujeros negros no son algo que podemos comprar o algo que se ponga a nuestra disposición. Sin embargo, el proyecto de la máquina del tiempo propone una idea brillante donde se pretende doblar la luz de tal forma y con tanta energía que el espacio mismo se doblaría. Con tecnología láser se podría crear un cilindro de luz con láseres de alto poder que trabajaran simultáneamente y generar un cilindro de luz con la suficiente energía para empezar a torcer el espacio como se muestra en la simulación de la figura 1.
Figura 1. Simulación de cómo doblar el espacio cuando una gran cantidad de energía provenientes de diferentes láseres actúan al mismo tiempo.
Si el espacio se tuerce las distancias son relativas y el tiempo también. En lugar de viajar de un punto A a un punto B por un espacio curvo como en la Figura 2, podríamos viajar de forma recta más rápida, esto es con una aceleración mayor que la que podríamos llegar a tener si viajáramos en el espacio doblado. Pero si pudiéramos acelerar un objeto en el espacio normal a una velocidad cercana a la velocidad de la luz, para el espacio doblado significaría que el objeto viajaría a velocidades mayores que las de la velocidad de la luz. Esto significaría que el objeto desaparecería de nuestra realidad y viajaría al pasado, viajaría en el tiempo. Nosotros somos el espacio doblado pues la gravedad influye en nosotros.
Figura 2, Espacio normal y espacio doblado y las velocidades que se pueden tomar
Esto es la máquina del tiempo. Hay que recordar que esta es una máquina del tiempo real y sólo funcionará desde el momento en que se prenda por primera vez. No podríamos, por lo menos en un principio, viajar al pasado y conocer a nuestros antepasados. Si funciona y dejamos prendida la máquina del tiempo, sólo podríamos enviar partículas desde el futuro hasta el punto donde se inició su funcionamiento en un periodo limitado, pero posible. El mismo profesor Mallet indica que incluso se podrían recibir mensajes del futuro (en el experimento que él mismo haría en unas horas o en unos segundos), pero eso es una paradoja del tiempo.